En el 2014 ENCA recibió dos solicitudes de financiación que requerían importes considerablemente mayores de lo que podía afrontar la entidad. Sin embargo, pudimos transferir dichas solicitudes a la Educational and General Charitable Trust (EGCT), con sede en España. Estas dos solicitudes se recibieron por parte del Consejo de Mujeres del Occidente (CMO) en Nicaragua, y del Instituto Permacultura de El Salvador (IPES).

Consejo de Mujeres del Occidente [de Nicaragua] (CMO)

La EGCT concedió 4.392 $ al CMO para un programa para mejorar la calidad de los fogones y del que se beneficiarían 27 mujeres con pequeños negocios contratadas para hacer tortillas y otros productos alimentarios por parte de pequeñas fábricas y oficinas. La EGCT solicitó a ENCA el control del progreso y el informe posterior del proyecto.

En marzo del 2015, un grupo de tres miembros de ENCA (Amy Haworth Johns, Russell Hawe y Martin Mowforth) se reunieron con varios miembros del CMO (María Castillo [Presidenta], Danelia Rivera, María Nicomedes y Petrona Pérez) en las oficinas del CMO en Chinandega. Hablaron sobre el programa como continuación de pequeños y exitosos programas anteriores. Aunque solo pudieron dedicar una mañana al CMO, vistaron a varios de los beneficiados, incluyendo a Juanita Socorro, fotografiada en estas páginas. Los miembros de ENCA fueron unánimes al evaluar que el programa había sido un éxito total.

El Instituto Permaculture de El Salvador (IPES) / La Asociación Ecológica de Permacultores y Permacultoras de Suchitoto (AEPS)

En el 2014 se concedieron 6.351 $ al IPES para un programa de práctica de permacultura dirigido a granjeros a pequeña escala de distintas comunidades, con la idea de que éstos pudieran transmitir lo aprendido a otros granjeros de sus comunidades. La donación fue realizada por la EGCT a través de ENCA. Antes de que el dinero viajara a El Salvador supimos que el IPES se había dividido en dos organizaciones distintas tras problemas internos. El importe permaneció en la cuenta bancaria de ENCA hasta que la pequeña delegación de observadores de ENCA visitaron El Salvador en febrero y marzo de ese año, visitando a ambos grupos en conflicto.

Las conclusiones a las que se llegaron fueron que la capacidad de llevar a cabo un programa de práctica residían en el AEPS y, tras la aprobación de lo comprobado por parte de la EGCT, el importe de donación fue transferido a la recientemente formada AEPS. En septiembre se realizó una visita posterior para valorar el progreso del programa de práctica. De esta visita se concluyó que la decisión de confiar en la AEPS para otorgarle los fondos fue la correcta y el programa se estaba realizando con éxito.

Lamentablemente, debemos indicar que poco después de esa visita miembros de la AEPS sufrieron un robo a punta de pistola en el que perdieron gran cantidad de dichos fondos. En la página 10 podrá encontrar más información y un llamamiento especial al respecto.

En la reunión de ENCA de junio (2015), varios miembros realizaron tres aportaciones en respuesta a solicitudes de financiación de proyectos realizadas por el Centro de Desarrollo Ambiental y Humano (CENDAH) en Panamá, la organización MUFRAS-32 en El Salvador y la Asociación Intercomunitaria para el Desarrollo de la Península de Cosigüina (AIDEPC) en Nicaragua.

El Centro de Desarrollo Ambiental y Humano (CENDAH), Panamá

La solicitud del CENDAH a ENCA fue de 2.000 $ para cubrir algunos costes del programa de supervisión de pesca de langosta marina (localmente conocida como dulub) en el archipiélago de San Blas de Panamá, hogar de los indígenas Guna (antes conocidos como Kuna). La venta de langosta marina es la forma principal de sustento de las familias Guna. Durante los últimos años, esta pesca ha disminuido debido a la degradación del hábitat, el exceso de pesca y la ausencia de controles de sostenibilidad. La degradación de su hábitat natural ha dejado a los pocos refugios naturales de langostas jóvenes entre raíces de mangles, praderas marinas y arrecifes de coral, donde el nivel de depredación es alto.

En medidas anteriores se introdujeron refugios artificiales (conocidos como ‘casitas cubanas’) del tamaño adecuado para permitir al dulub juvenil esconderse de los depredadores y pescadores. El programa financiado por ENCA controlará la población de dulubs y su captura en dos zonas principales donde se han instalado ‘casitas cubanas’. También incluye un programa de educación medioambiental y entrenamiento para los pescadores de langosta y las comunidades Guna en áreas de refugios seleccionadas.

ENCA solo pudo proporcionar 900 $ del total del importe solicitado, pero el equipo de control nos ha informado de la utilidad de estos fondos para iniciar el programa y del éxito obtenido hasta el momento.

El Movimiento Unificado Francisco Sánchez 1932 (MUFRAS-32), El Salvador

El MUFRAS-32, con sede en el departamento de Cabañas de El Salvador, solicitó a ENCA 1.400 $ para cubrir los costes de su programa “Impacto Político de la Prohibición de Minería Metálica en el Triángulo Norte de Centroamérica”. El Triángulo Norte de Centroamérica está formado por los tres países de El Salvador, Guatemala y Honduras, y este programa fue en esencia un intento de coordinar la resistencia frente a los proyectos de minería a gran escala en los tres países. En concreto, existen proyectos de minería en Guatemala que contaminan las aguas fluviales del río Lempa, suministro principal de agua de 2/3 de la población salvadoreña. El programa trata de presionar a los tres gobiernos para que tomasen medidas de protección de los recursos de agua de las zonas trans-fronterizas de los tres países.

ENCA pudo colaborar con 800$ en este programa que aún está en curso.

La Asociación Intercomunitaria para el Desarrollo de la Península de Cosigüina (AIDEPC), Nicaragua

A finales del 2014, la ADIEPC solicitó a ENCA 2.428 $ para cubrir parte de los costes de un programa de reforestación de la zona olvidada de la Península de Cosigüina en Nicaragua, y para proteger el corredor biológico que pasa por esta zona. Varias comunidades de la zona han pasado dificultades para acceder a sus recursos de agua debido a la constante tala de árboles. Su entorno se ha deteriorado y las comunidades sufren una tremenda pobreza.

ENCA pudo colaborar en este proyecto aportando 1.000 $ tras una reunión en junio, y en septiembre recibimos un informe interno positivo de la AIDEPC informando sobre el avance del proyecto.